sábado, 12 de abril de 2014

Capítulo 13: El Segundo Partido

Cuando el ómnibus de River aparcó en el Estadio Amalfitani para disputar la segunda fecha de La Liga Argentina, Iniesta no se sentía tan mal como luego del asado del viernes. Todavía estaba muy hinchado, constipado, pero los dolores de cabeza ya no eran tan intensos y ya no los sentía todo el tiempo, sino solamente cuando corría o hacía un gran esfuerzo físico.
Estaba si un poco débil, porque no había comido en los últimos dos días, lo había intentado, pero sentía que no le entraba más comida en el cuerpo.

El rival, Velez, era un equipo de cuidado, tenía grandes jugadores, que habían llegado recientemente, de la mano de un nuevo dueño, un inversor árabe para el cual poseer equipo en la Liga Argentina era un Hobby de un par de cientos de millones de U$S,  pero todavía estaba tratando de definirse como conjunto.

“Hoy no te voy a dar responsabilidades defensivas, no quiero que vuelvas con el 8 o que le tapes la salida al 4, quiero que hagas lo mismo que hiciste en el entrenamiento, quiero que crees, que inventes. Sentite libre, necesito juego, pases, fútbol. Necesitamos que seas Iniesta, el de España, vos podes” Le dijo Guardiola a Andrés enfrente de todo el equipo, en la charla técnica, mientras sus compañeros, que se vendaban y se ajustaban los botines observaban.

“Te va a marcar el 5 de ellos, Yaya Toure, si te la roba trata de hacerle sombra, porque da buenos pases, lee bien el juego, aunque no creo que si te tiene que marcar a vos ataque demasiado”.

E Iniesta fue Iniesta, como quería Guardiola, al menos en el primer tiempo. Parecía que tenía la pelota atada al botín. Y las largas y veloces piernas de Yaya se estiraban, pero nunca conseguían robarle el balón, ni siquiera con la ayuda de Ricky Alvarez, un lánguido pero exquisito jugador con el cual Yaya formaba uno de los mejores doble 5 de la Argentina.

Robaba Mascherano y enseguida, como si la pelota quemara, se la pasaba  a Iniesta, que daba 1 o 2 vueltas, desairaba a un par de rivales y provocaba una falta peligrosa o ejecutaba un remate espectacular o dejaba a algún compañero mano a mano con el arquero.

10 situaciones de gol habían desperdiciado los jugadores de River en el primer tiempo, la mayoría Cavenaghi, el partido seguía 0 a 0.

El segundo tiempo fue otra cosa. Andrés lucía algo mareado, pálido, como si le hubiera bajado la presión, los niveles de azúcar, al estar corriendo luego de tantas horas de ayuno. Su hígado agotado comenzaba a fallar produciéndole dolores de cabeza intolerables. Iniesta empezó a errar los pases, primero los más arriesgados y luego hasta los más simples.

Guardiola pensó en sacarlo, pero no tenía muchas variantes ofensivas en el banco, el partido iba empatado y solo servía el triunfo, luego de perder la primera fecha, si quería seguir siendo candidato al título. Además no podía sacarlo por errar tan solo 1 pase, y luego por 2, y luego por 3, y al final eran tantos y tantos los pases errados, tantos los murmullos del público cada vez que la tocaba, que no quería sacarlo sin darle la posibilidad de redimirse,  para no sepultar psicológicamente, luego de dos partidos, a la estrella que él mismo había pedido y que al Club le había costado tanto contratar. Si Iniesta Fracasa, Fracasaba también él, y Guardiola, el Maestro Zen, no creía en el fracaso.

De todas formas, los murmullos del público cada vez que tocaba la pelota Iniesta, no eran tanto por los pases errados, que eran muchos, a veces Andrés llegaba a conectar el balón con el último suspiro y dársela a un compañero, pero luego, agotado se desentendía de la jugada, no iba a buscar, dejaba solo al portador de la pelota sin más opciones que perderla y cuando esto sucedía tampoco mostraba demasiado ímpetu para ir a recobrar el balón. Los jugadores del equipo contrario le pasaban por al lado sin que él intentará hacer nada, lo atravesaban como si fuera un fantasma, un jugador sin alma, un pecho frío.

Cierto es que River había merecido ganar aquel partido, 2 tiros en los palos, 4 o 5 situaciones de gol erradas a boca de jarro, un penal no cobrado (A Iniesta), pero seguía 0 a 0 e iban 35 minutos del segundo tiempo. El público comenzaba a impacientarse, el equipo iba para adelante perdiendo un poco el equilibro defensivo, solo servía la victoria.

Mascherano se la roba a Eden Hazard, los 2 laterales de River, que debían alternarse para atacar, suben al unisonó, Mascherano se la pasa a Iniesta, que no tiene a nadie demasiado cerca como para tocar en corto, los otros mediocampistas se habían adentrado junto a los delanteros en el área rival, mezclándose con los no menos de 8 defensores de Velez, sacándose la responsabilidad de encima, tratando de pasar desapercibidos en la multitud.

Lo lógico hubiera sido tirar un centro, lavarse las manos, revolearla al área y que sea lo que Dios quiera, pero Iniesta no era lógico e intentó un pase ambicioso a Nasri, que no llegó a destino, interceptado por Yaya Toure.

Toure tocó con Alvarez y este con Toure e hicieron 2 o 3 paredes entre ellos, mientras Mascherano corría de un lado para el otro e Iniesta les miraba el número de camiseta, desde el mismo lugar desde donde había intentando dar el pase.

Los laterales no regresaban, los centrales que estaban ocupados, cada uno tomando a un delantero rival, no vieron como se filtraba Hazard entre ellos, Yaya le hizo un pase perfecto, al borde del offside y este definió solo ante la salida del arquero, picándola magistralmente, 1 a 0.

El público de Velez que era minoría, gritó el gol, pero enseguida el grito fue ahogado por los canticos de la hinchada de River.  No era una Estadio Chino o Inglés, Iniesta entendía lo que los hinchas decían, pero las palabras no se condecían con el tono y el ritmo con que eran dichas. Los hinchas afirmaban apoyar al equipo, a los jugadores, en las buenas y en las malas, pero lo expresaban golpeando el alambrado con odio, mirando fijo a los jugadores con los ojos desorbitados, haciendo gestos ampulosos. Era un amor expresado a los golpes. Si era inevitable la derrota de los jugadores en el terreno de juego, ellos al menos querían ganar en la tribuna, los abandonaban, mientras les juraban amor eterno.

Ni bien la pelota tocó la red Mascherano se dio vuelta y comenzó a mirar fijo a Iniesta,  “Vamos, Vamos!!!” gritaba mientras chocaba sus palmas y daba animo con gestos grandilocuentes. El aliento de Javier no era muy distinto al de los hinchas.

Mascherano comenzó a ignorar a Iniesta,  a salterarlo, agarraba la pelota y en lugar de dársela la revoleaba al área, que a esa altura del partido estaba repleta con casi todos los jugadores de ambos equipos.

El partido ya se terminaba, Iniesta tomó el rebote de un de esos centros a la olla y de nuevo, en lugar de enviar otro pelotazo sin destino intentó una gambeta, pero la perdió entre las largas piernas de Yaya Toure, que inició un contrataque muy peligroso, que seguramente hubiera terminado en gol, si Mascherano no se hubiera tirado con las dos piernas hacía adelante, para cortarlo con falta.

Yaya daba vueltas en el piso, el árbitro se acercó enseguida para mostrarle la Roja a Mascherano, antes que los jugadores comenzaran a debatir la pena y se produjera un tumulto.

Mascherano no lo podía creer, sabía que la falta era para Roja, pero  quería explicarle al árbitro y al público que la culpa no era de él sino de Iniesta. Miraba alternadamente a Andrés y al Referi, parecía que quería decir algo, pero las palabras no le salían de la angustia. Finalmente, ante la impotencia, se sacó el brazalete de capitán, lo tiró a los pies de Andrés y se fue gesticulando.

El árbitro no esperó a  que se reanudara el juego y terminó el partido. Los jugadores de River abandonaron el campo de juego rápido, antes de que los médicos llegaran a atender a Toure, mientras los hinchas alentaban.

Iniesta seguía inmóvil, a sus pies el brazalete de capitán de Mascherano. No sabía si tomarlo o no. Si lo tomaba la gente podía pensar que ese recién llegado, que no tenía ni siquiera 10 partidos en el Club, se creía con derecho a ser el Capitán de River, una Institución llena de Gloria, de Historia, que él seguramente desconocía.  Si no lo agarraba, a lo mejor esa cinta con el escudo del club bordado, era una especie de bandera y él la dejaba tirada, la entregaba, en territorio enemigo. En las películas de Guerra los Soldados siempre volvían por la Bandera y los mataban, eso sí.

No recuerdo que hizo Iniesta, pero fue muy criticado por eso, el público, la prensa, la opinión pública, nunca se lo perdonó.

En Olé titulamos: "YaYa D'Alessandro: River volvió a perder con otra desilusionante actuación de Iniesta. El Público volvió a pedir por D'alessandro, que una vez más no fue ni al banco. Toure fue la Figura".

Conferencia de Prensa de Mourinho 
“Estamos contentos porque estamos punteros con 6 puntos sobre 6, pero más contento estamos porque conservamos una identidad, unos valores, que respetan la historia del club. Porque apostamos a la cantera y no a la cartera. Les voy a contar un secreto, a nosotros en el receso nos ofrecieron a un jugador muy costoso que hoy no se adapta a un Club muy grande, ¿Ah, no sabían? Y dije ¿Para qué quiero? Si tengo a Maxi Rodriguez, si tengo a Belluschi, si tengo en la Cantera 4 o 5 chicos que son mucho mejores que él.  Ahórrense la plata y hagan un Estadio más grande, que el actual nos está quedando chico y que lo compre algún Club al que le sobre el dinero”.

“José, ¿Ese jugador era Iniesta?”

“No, no sé, además Yo no tengo nada contra Iniesta, es un buen chico y cuando se tranquilice va a jugar mejor, pero yo veo los partidos de la Selección Española y bueno, si tú no te entiendes con Messi, problema de Messi no debe ser".

“Mou, Guardiola parece no encontrarle la posición a Iniesta, ¿Usted donde lo ubicaría?

“Yo lo pondría en el banco, jajaja, porque tengo mejores Mediocampistas, pero no pregunten más por Iniesta, ¿Quién es Iniesta?. pregúntenme por Messi que es el mejor jugador del Mundo”.

4 comentarios:

  1. Marcelo Ricky Alvarez no juega de 5, es enganche. En realidad yaya ahora también juega de enganche y fíjate que hace un montón de goles. Igual la historia es genial, que siga.

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    1. Claro JJ, la idea es que Yaya juega atrás, de 5 y Ricky juega de enganche tirado atrás, una especie de Pirlo, de Bruja Verón, de Xavi, pero bueno es Ricky Alvarez.

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  2. Muy bueno. Te tiro otra idea, que en los capítulos de partidos pongas una imagen con la formación de los 2 equipos asi vemos quienes son los jugadores. Ponele Velez puso a Ricky Alvarez, Yaya y Hazard, pero me quede con la duda de ver quienes eran los otros. Para mi por lo que decis de los petrodólares y la camiseta azul me da que es muy el Chelsea, podrían estar Ramírez, David Luiz, E'too y todos esos y alguno de Velez tipo Cubero o Zarate.

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    1. Es buena. Si, siempre pense que El Chelsea tenía algo de Velez, no sé porque.

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