Capítulo 31: Intrusos - #IniestaAlDesnudo

Me desperté con una resaca muy fuerte. Yo no soy de beber, me dolía la cabeza como nunca antes. Necesitaba tomar agua, pero no tenía fuerzas para ir hasta la heladera. Estaba muy cansado, pero seguía desvelado, cerré los ojos fuertes creyendo que así era más probable dormirme, pero nada.

Capítulos 30: Mad Men en Equipo de Gimnasia

Caímos en lo de Iniesta a ver la Champions con 2 docenas de facturas y 2 Cindors de litro. Iniesta ya no parecía angustiado por las migas que caían al piso. Es más, comía acostado, llenándose de azúcar y pedazos de medialuna la remera, pero ni siquiera lo notaba, algo había cambiado.

Capítulo 29: La Llamada

Marcelo me contaba que Iniesta estaba muy mal, lesionado, deprimido, aislado, encerrado en La Torre de San Telmo. Ni su novia, que no sabíamos si seguía siendo su novia, lo iba a visitar. 

Capítulo 28: Iniesta SeLesion

Iba al entrenamiento del viernes escuchando la radio, hablaban de mí. Guardiola había dicho en la conferencia de prensa del día anterior que era muy probable que el domingo ante Lanús jugara al menos unos minutos, parecía estar sintiendo la presión del público por incluirme. 

 

Capítulo 27: Felices Fiestas

La relación con Andrés se fue deteriorando a partir del incidente de la Bicisenda. Iniesta me pedía constantemente que no le ocupe con mi auto la cochera, que vaya en taxi, que él me lo pagaba. No entendía que para mí el auto era una continuación de mi cartera, que ya no me alcanzaba, una especie de valija con motor en donde tenía ropa, accesorios de yoga, apuntes de la facultad, secador de pelo, planchita, de todo.

 

Capítulo 26: Tienes un Email

From: Vicente del Bosque
To: Andres Iniesta
Subject: Convocatoria Partido contra Grecia

Hola Andrés, Soy Vicente, el entrenador de la Selección. Quería hablarte de la convocatoria para el amistoso contra Grecia. La verdad que hubiera preferido hacerlo por teléfono o personalmente, te  estuve llamando, pero fue imposible comunicarme. No sé si tengo mal tú teléfono (¿Es +54115932XXXX?) O tuve mala suerte y nunca pude encontrarte, además la diferencia horaria me marea un poco, nunca entiendo si allá es de día o de noche, en fin, estoy un poco viejo. La cuestión es que me dije “Mejor le escribo un correo, tranquilo, tampoco es gran cosa”, luego dime si te llegó, que no sé si esta casilla funciona bien o no, yo soy de la época de las canicas, Internet me confunde un poco, pero bueno, supongo que hay que adaptarse ¿No?

Capítulo 25: #PoneloAIniesta

Sin chances de entrar en los partidos, la única posibilidad de mostrarme, de jugar un poco, eran los entrenamientos. En esa época los entrenamientos de River eran muy concurridos. Miles de hinchas venían por día preocupados, porque estábamos en zona de descenso. La mayoría nos presionaba, colocaban banderas pidiendo más entrega, pero también había algunas muestras de afecto.

Capítulo 24: Tipos de Cambio

El Gobierno Argentino había prohibido recientemente la compra de moneda extranjera por parte de particulares. Había un precio de referencia oficial para el dólar, que se usaba para Importaciones y Exportaciones, pero cualquiera que quisiera ahorrar en dólares tenía que ir al mercado negro, a las cuevas, donde valía 30, 40 y eventualmente hasta 100 % más.  Si el dólar oficial valía 5$ ponele, el precio en el mercado negro podía ser 7, 8 y hasta 10 $, así de grande era la diferencia.

Yo por contrato tenía que tener el salario más alto del plantel, era el capitán, el símbolo, me lo había ganado, era Mascherano. El problema es que ya no cobraba en U$S, mi contrato y el del resto de los jugadores argentinos se había pesificado, lo cual significaba que todos los meses era liquidado en pesos al precio del dólar oficial, el más barato.

Capítulo 23: Bruce Willis y Jimmy Stewart

Luego del incidente de la CaminoSenda sabía que todo se iba a hacer cuesta arriba, pero todavía confiaba en mi talento para revertirlo y triunfar.

Era difícil,  antes de comenzar el siguiente entrenamiento, Guardiola me llamó aparte y me dijo que iba a ir al banco en el próximo partido. Se lo notaba triste, compungido, avergonzado, ni siquiera podía verme a los ojos, miraba para abajo, se enfocaba en sus manos, un poco temblorosas. Entendía que yo no lo había hecho a propósito, pero esas eran las reglas de juego, además tampoco estaba jugando tan bien. Ya iba a tener otra oportunidad, ahora lo mejor era aceptar el castigo, sin resistirse y sobretodo, sin hablar al respecto con la prensa.

Capítulo 22: La Caminosenda

Me levanté de la cama sabiendo que tenía que hacer algo para detener el  celular, que no paraba de saltar sobre la caja de pizza semivacía, como si fuera un niño caprichoso tratando de llamar la atención en medio de una juguetería. 300 mensajes de Twitter, la mayoría insultos, 121 notificaciones de Facebook, 3 match en Tinder y varias llamadas pérdidas, todas de Iniesta. 

Capítulo 21: IniesGump

Me desperté sobresaltado. Pensaba que algo había pasado, pero no sabía bien qué y si era real o lo había soñado. Vicky se había ido, todavía sentía su mano recostada en mi pecho, sus uñas filosas incrustadas en mi piel, pero ya no estaba allí. Había dejado un pañuelo tirado a mitad de camino entre la cama y el baño.