Capítulo 31: Intrusos - #IniestaAlDesnudo

Me desperté con una resaca muy fuerte. Yo no soy de beber, me dolía la cabeza como nunca antes. Necesitaba tomar agua, pero no tenía fuerzas para ir hasta la heladera. Estaba muy cansado, pero seguía desvelado, cerré los ojos fuertes creyendo que así era más probable dormirme, pero nada.

 El televisor sonando a lo lejos era una tortura china, pero tampoco podía hacer el esfuerzo de ir a apagarlo. El control remoto estaba al lado mío, cerca de un pequeño charco de vomito que no sabía si era propio o extraño, pero no tenía pilas, se había caído y estás debían estar en algún lugar recóndito de la habitación. No tenía energía para agacharme a buscarlas.

Sonaba fuerte Barry White de fondo, “"You're The First, The Last, My Everything". Me puse a mirar la tele, a ver si lograba apagarla telepáticamente, pero nada. La imagen era difusa, no sabía si el aparato estaba funcionando mal luego de tantas horas encendido o yo estaba perdiendo la vista producto del alcohol, por un coma diabético. Ni lo uno ni lo otro, mostraban una imagen pixelada, aparentemente muy importante, que iba a ser el tema principal del programa.

Comencé a verla con más detenimiento, me resultaba familiar, pero entre la resaca y la distorsión de los pixeles, me costaba darme cuenta de que era.  Me levanté de un salto, me mire la entrepierna, era mi pene!

Mi pene estaba saliendo por televisión abierta, era él, Quique, lo reconocía por su marca de nacimiento, que en este caso eran 3 pixeles en tonos que iban de negro a marrón oscuro. Arriba de mi pene erecto, la cara de Jesica, gozosa,  sin pixelar y un leyenda que decía “Las fotos secretas de Iniesta y su novia Argentina”.

Enseguida fueron al estudio. El conductor dio los buenos días y sacó un casete, aparentemente secreto del bolsillo interior de su saco y exhibiéndolo en alto dijo “Acá tengo las fotos robadas de Iniesta y su novia Argentina, hoy vamos a mostrar TODO”.

No me quería imaginar que era TODO, ya habían mostrado mi pene, pixelado, parecía un juego de Commodore 64, El Wonderboy, pero lo habían mostrado. Por otra parte poco recordaba de la noche anterior, por lo cual no descartaba nada, ni travestis, ni enanos, ni tampoco animales.

Enseguida fueron a un living, el conductor se sentó junto a otros periodistas, en el medio la invitada del día, Jesica. Al lado del Logo del Canal, en la esquina superior derecha de la pantalla se leía #IniestaAlDesnudo.

Jesica dijo que se sentía muy mal por el robo de las fotos de su móvil, que seguían buscando al Hacker, que ni bien se enteró le subió la presión y que había tenido que abandonar los ensayos de “Ricas y Pulposas” una obra que estrenaba el viernes en la Calle Corrientes. “Iniesta está bien”, agregó, “No, se lo nota fenómeno” contestó el conductor, y todos rieron a carcajadas.

Enseguida mostró los mensajes que yo le había enviado a la mañana consolándola, los mismos habían salido efectivamente de mi celular, que seguía desbloqueado arriba de la mesa.

“Mi amor, no te preocupes, vamos a superar esto, lo importante es que ahora vos estés bien y que llegues para el estreno de “Ricas y Pulposas”, el viernes en la Calle Corrientes”.

Fueron al corte, volvieron, vendieron pastillas adelgazantes y pomada hemorroidal, la entrevista siguió por casi dos horas. Abundaban las metáforas futbolísticas de baja estofa “¿Iniesta es goleador?” “¿Cuántos goles hace por noche?” “¿Prefiere jugar pegado a la raya o le gusta quedarse en el túnel?”

Al final el conductor cumplió con su promesa y mostró el resto de las fotos. Lamentó tener que hacerlo, pero como las fotos habían sido robadas, por aquel temible pirata informático,  tarde o temprano estarían en poder de todos, así que prefería mostrarlas él primero, de forma cuidada, con respeto y tener la primicia.

Por suerte no eran muy distintas a la primera, no había travestis, ni enanos, ni tampoco animales, apenas mi pene erecto y Jesica, vestida tan solo con una casaca de River diminuta, a modo de camisón, con mi dorsal, parecían haber sido tomadas todas en una ráfaga.

Cuando volvieron al estudio, Jesica no quiso opinar, “En realidad vine invitada a hablar del estreno  de “Ricas y Pulposas”, el viernes en la Calle Corrientes”. A nadie pareció importarle, “Bueno, suerte en el estreno y mandale saludos a Iniesta”.

Quise seguir durmiendo, pero ahora el sonido del televisor se superponía con el celular que vibraba sobre la mesa. Ese vomito no era mío, tenía trozos de carne, yo nunca como carne.

#IniestaAlDesnudo
#RicasYPulposas